En Buscando Letras, hablamos de Bruno Darío, un autor malagueño que, entre traducciones, correcciones y ediciones de libros de otros autores, ha encontrado un espacio para sus historias. Hace apenas tres meses publicó ‘El verano en que ardieron las flores’, su segunda novela. ¡Descúbrelo!

Bruno Darío es un escritor malagueño que, entre historias de otros compañeros, se dio cuenta de que también era el momento de descubrir al mundo sus propias historias. Una pasión que comenzó cuando era pequeño, leyendo aquellos ‘LeoLeo’, y que luego se materializó en los primeros libros que escribió a mano con apenas siete años.

En 2023, y con la editorial Gato Mojado como casa, publicó su primer libro: ‘Hambre voraz’. Un año después, en julio de 2024, Bruno regresaba a las librerías junto a Match Stories (Editorial Planeta) y con ‘El verano en que ardieron las flores’, una novela queer donde el autodescubrimiento y el arte son tan importantes como el amor y la amistad.

Bombillas de recuerdos e inicios

Cuando echamos la vista atrás hasta nuestra infancia, hay pequeñas lagunas en blanco que nunca somos capaces de rellenar: los regalos que nos hicieron en nuestro quinto cumpleaños, una caída tonta que acabó con una tirita en nuestra rodilla, alguna travesura que tu familia siempre rememora entre risas… Sin embargo, esas primeras veces, esos momentos en los que descubriste algo nuevo, brillan mucho más. Son imborrables.

Los ‘LeoLeo’ son esa especie de bombilla para Bruno Darío. Son los primeros títulos que recuerda leer; son esos títulos que trazaron su futuro literario. Un puñado de letras escritas una detrás de otra, unas cuantas páginas y una portada que se quedan clavas entre la mente y el corazón.

Bruno Darío | Fotografía: Cedida por el autor

Bruno Darío | Fotografía: Cedida por el autor

Fue durante el instituto cuando su relación con los libros cambió completamente: un amor-odio cuyo origen estaba en el plan educativo y en el empeño de los profesores por mandar clásicos para fomentar la lectura entre los jóvenes. Sin embargo, gracias a unos padres muy lectores y al descubrimiento de las novelas juveniles de suspense, Bruno recuperó la ilusión y la pasión por las letras.

“Leer me ha ayudado a conocer el mundo; escribir me ha ayudado a conocerme a mí”, así describe este autor malagueño sus dos grandes mundos: la lectura y la escritura. Comenzó escribiendo libros a mano con apenas siete u ocho años, pero luego todo se torció porque no hay nadie que pueda hacerte más daño que uno mismo. No veía potencial en lo que escribía hasta que empezó su carrera como traductor y conoció la pasión de su pareja por la escritura.

De la traducción a la creación, y viceversa

El destino es, curiosa y paradójicamente, como un libro: lo leemos, disfrutamos de la historia, tenemos claro qué va a ser lo siguiente que suceda y, de repente, todo cambia. Ya nada es como antes, ya nada es como creías. ¿Y ahora qué? ¿Cuál es el siguiente desvío: lo que debes hacer o lo que sueñas y sientes?

Bruno Darío se encontró con esa bifurcación. Un letrero muy grande indicaba que, a 600 metros, la siguiente salida era “Destino: Futuro”. Estudió Filología Inglesa y, por presión de ser la decisión “estable”, un máster de profesorado. Sin embargo, intentando huir de dicha decisión (y de ese desvío incorrecto), se topó con una que cambiaría su vida y que, una vez más, le demostraría que las letras siempre han estado muy dentro de él: un máster de Traducción Editorial.

Bruno se convirtió en ese puente que conecta a los autores internacionales con los lectores. Si bien descubrió su pasión por escribir cuando era pequeño, su trabajo se lo confirmó aún más: tenía que escribir una historia. No una cualquiera, sino SU historia. Así, en mayúsculas.

En 2023, nació su primera novela acogida por la editorial Gato Mojado: ‘Hambre Voraz’. Una novela que buscaba despertar al lector a través de un reflejo de la crueldad, del consumismo y de las graves consecuencias de la ganadería industrial. Raúl, Ángel y sus dos hijos, los protagonistas de su primer libro publicado, cambiaron el letrero: “Destino: Mis libros”.

Un verano y muchas flores

Para unos segundos y obsérvate. Tus manos, tus uñas, tu piel, ese lunar que se esconde entre el cuello y la clavícula, tus ojos, tus piernas, esas que sostienen todo tu cuerpo… Y, de repente, un día dejas de (re)conocerte. Te miras al espejo y no te ves: eres tú, pero a la vez no. Algo dentro de ti crece, pero no sabes qué es. ¿Qué está pasando? ¿Realmente algo ha cambiado o es que eres más tú que nunca?

Mateo, el protagonista de ‘El verano en que ardieron las flores’, regresa a su pueblo para asistir a un funeral. Un funeral que reabre ese verano que guardaba en un rincón especial bajo llave en el corazón. Ese verano en que, entre el calor, el arte, las flores blancas, la amistad y los primeros amores, descubrió quién era. Sin rastro de miedo, sin rastro de interrogantes. Solo siendo él. Él mismo.

“Tu sonrisa tímida pero agradecida me hizo ver que empezaba a saber hacer lo correcto contigo”

‘El verano en que ardieron las flores’, la segunda novela de Bruno Darío publicada por Match Stories, es una novela romántica, pero de romántica propia. De amor propio. De autodescubrimiento y de aceptación. De amor y de amistad. De familia. De la importancia de rodearte de las personas correctas. De arte. De reivindicación y de salud mental. De sanar y de perdonar. De ser y de sentir.

 

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Bruno Darío nos presenta un viaje a la nostalgia y al verano con una pluma muy cuidada, sincera y entrañable con reflexiones que encogen el corazón y que te hacen ver más allá. Una manera tan sensible, pero cruda y realista a la vez de reflejar los sentimientos de Mateo, un adolescente que tiene miedo de ser él. También los de Zeus, que se encierra tanto en sí mismo, que no consigue verse; incluso los de los personajes secundarios, tan importantes como los protagonistas.

Este escritor malagueño ha construido una novela queer de puro aprendizaje. Una novela que se sustenta sobre esa “enfermedad de la adolescencia” que llega y arrasa por dentro, dejando dudas y miedos de los que, sin amor y amistad, a veces es imposible salir. Porque, para querer, primero tienes que quererte y aceptarte. Y porque sentir debería ser sinónimo de libertad, no de opresión.

“Cuando pestañeé y volví a mí, reparé en las flores blancas que parecían perseguirme aquel verano y que se mecían juguetonas, esparcidas por todo el jardín”

De aquí al futuro

Habiendo trabajado en las historias de otros autores y habiendo creado las suyas, Bruno Darío se enfrenta ahora a uno de los mayores retos de todo escritor: encontrar un equilibrio entre la pasión y lo comercial. Entre lo que sientes y lo que gusta. “Cómo vender sin comprometer el tipo de historias que quieres contar”.

En ese limbo escritoril y literario, Bruno nos adelanta que está trabajando en una nueva novela. Es un proyecto con un tono mucho más adulto y con el que se siente muy conectado, pero hasta aquí nos puede leer. Y ojalá pronto podamos saber más.

'El verano en que ardieron las flores' | Fotografía: Cedida por el autor

‘El verano en que ardieron las flores’ | Fotografía: Cedida por el autor

El viaje de Bruno Darío, como las flores de su última novela, continua creciendo, con raíces cada vez más firmes por esa pasión que demuestra por la literatura. Las palabras que ha escrito (y traducido, corregido y editado) son el preludio de ese futuro que está por venir. Uno futuro como lienzo en blanco, esperando ser llenado con muchas más letras.

 

Imagen destacada: Cedida por el autor