Alfred García se lanzó al mundo editorial el pasado mes de diciembre con un recopilatorio de reflexiones e instantáneas, recogidas bajo el título «Otra Luz».
La noticia del primer formato editorial de Alfred no sorprendió. No es el primer músico en compartir arte en un formato silencioso, opuesto a la realidad de los escenarios. Aun así, las redes no tardaron en llenarse de controversia y opiniones encontradas.
¿Qué hay entre las páginas de «Otra Luz«?
Reflexiones, textos, instantáneas… Lo prometido en la sinopsis. Conocemos a Alfred un poco más allá de lo que ya sabíamos. Nos lleva a un terreno de tonos grises, que no blanco y negro, y nos presenta una faceta artística que acaricia lo único que la música no puede lograr: la imagen. Sí, en este viaje rápido que empieza con un primer poema titulado Objetivos y que termina con Ante todo, mucha calma, Alfred comparte fotografías de sus seres queridos, paisajes y rincones que han completado sus últimos años.
Se trata de un paseo íntimo por las vivencias de un autor que siempre ha escrito con bello dramatismo y un brillante uso de la metáfora desconcertante. No desentona con lo que Alfred suele hacer: escribir con el alma, aunque no sea para todos. Plasmar lo que siente, como lo siente, sin recorrer círculos sobre la duda eterna de si sus palabras se entenderán. En Otra Luz encontramos un recopilatorio de textos inspirados en experiencias personales que no deben cumplir con la expectativa de ningún lector. Un regalo que hace el artista, no un favor.
La «Otra Luz» de Alfred García
Ya lo dice David Castillo, periodista y amigo del autor, en el prólogo: «Alfred nació para la música, por no decir que él es la música», y en este recopilatorio de experiencias lo tenemos claro. Elogia a sus instrumentos, a sus compañeros, a todo lo que le ha llevado a la oportunidad con la que ha vendido toda una gira con su álbum 1016. Entre estas páginas hay agradecimiento y recuerdo, además de las letras de algunos de sus temas. Inglés, español y catalán coexisten en un mismo trabajo, con sus traducciones correspondientes al final, y no hay mejor descripción de lo que Otra Luz ofrece: otro punto de vista en la misma historia que Alfred ha construido.
No hay polémica que pueda contra la verdad que se esconde entre estas páginas, la de que Alfred García no es poeta, pero tampoco pretende vender su producto como tal. Lo decía la premisa, lo presentaron como el cuaderno de bitácora de su última gira y, guste más o guste menos, es lo que ha plasmado sobre el papel. El vicio a la polémica no podrá convertir este bonito y personal recuerdo en el poemario que tantos ansían criticar.
Imagen principal: Megustaleer