En Why Not Magazine hemos hablado con Andrea Longarela. En mayo publicó su última novela, ‘El color de las cosas invisibles’.

Aunque muchas personas la conocieron por su seudónimo, ‘Neïra con diéresis’, Andrea Longarela se ha convertido en una de las autoras de romance más reconocidas y leídas de nuestro país. Comenzó en 2017 autopublicándose en Amazon con ‘La lista de Olivia’ y ‘La lista de Mario’.

Un año más tarde, en 2018, dio el salto a la editorial Esencia con ‘Amor se escribe con H y otras maneras de decirte te quiero’. Desde entonces, y actualmente respaldada por Planeta, la escritora vallisoletana no ha parado de regalarnos grandes historias de amor: ‘Te espero en el fin del mundo’ y ‘El faro de los amores dormidos’ han conquistado el corazón de miles de lectores.

El color de las cosas invisibles

‘El color de las cosas invisibles’ es la última novela de Andrea Longarela, publicada el pasado 17 de mayo; con ella, su bibliografía ya suma 18 historias. Rain y Jack son sus protagonistas: se odian y creen no tener nada común, pero no pueden parar de tropezarse el uno con el otro. Sin embargo, aunque sus opiniones respecto a las casualidades son muy contradictorias, ambos saben que, cuando se trata del amor, todo supera a una teoría científica.

«El primer amor suele marcar para siempre, pero apenas dura un suspiro».

Narrada en primera persona, a dos voces y con saltos entre el pasado y el presente, Andrea nos adentra en una historia en la que la realidad supera la ficción. Los personajes son, ante todo, de carne y hueso: conocemos su historia, lo que fueron y quiénes son ahora, y empatizamos con ellos porque tienen vidas y problemas por los que cualquiera podría estar pasando.

Uno de los puntos más destacados de esta nueva novela es la química que se respira entre ambos protagonistas. Gracias al rifirrafe y al sarcasmo que emplean Rain y Jack constantemente, la trama adquiere un ritmo más dinámico y divertido que te engancha desde la primera página.

Y todo esto sin olvidarnos de sus grandes reflexiones. Reflexiones que hacen de este libro una lección vital sobre la vida, el amor y el color de esas cosas invisibles que están ahí, que nos rodean, pero que muchas veces nos empeñamos en no ver.

«Olvidar a los que ya no están hace que desaparezcan del todo»

¿Te animas a conocer a Rain, Jack y su destino?

Charlamos con Andrea Longarela

Why Not: ¿Cómo estás viviendo la acogida de ‘El color de las cosas invisibles’?

Andrea Longarela: Es increíble, han pasado dos meses y es como ‘¡boom!’. No te das cuenta de ello hasta que no sales a una firma o hasta que no vas a las tiendas y ves todo lo que hay. Está gustando mucho, está en todos los lados. Es alucinante.

WN: ¿Qué debería conocer un lector que está a punto de adentrarse en sus páginas?

AL: ‘El color de las cosas invisibles’ es la historia de dos personas que, no solo se cruzan constantemente, sino que, cuando lo hacen, tienen que volver a conocerse porque nunca somos los mismos. Entre ellos hay una conexión muy especial, pero en diferentes etapas de sus vidas las cosas no son siempre iguales.

WN: Rain y Jack no tienen nada en común, o al menos eso creen. Pero ¿qué les une tanto como para no dejar de tropezarse el uno con el otro?

AL: De manera superficial, son dos personas antítesis. Pero yo creo que las personas, da igual si nos parecemos mucho o no, sí conectamos; hay algo que normalmente no se ve, pero está ahí. Cuando conectas con alguien, la entiendes y te esfuerzas por verla sin idealizarla, que es lo más importante que hace que Rain y Jack se unan y sientan que entre ellos hay algo especial.

WN: ¿Y qué les diferencia de Vi y Levi o de Alba y Enol, los protagonistas de tus dos anteriores novelas?

AL: En el caso de Jack y de Rain, es un poco ese ‘casi’ que les envuelve: son algo, pero casi. Viven en un limbo donde emocionalmente están unidos, pero no existen etiquetas. No llegan a ser nada del todo, pero se imantan entre ellos.

WN: Exploras dos tiempos: el presente y el pasado. Por ello, ¿te ha costado crear la trama?

AL: Cada historia te pide una cosa. Una vez que estás dentro, te resulta fácil porque ya conoces la historia. Tú ya sabes hacia dónde vas y hacia dónde van los personajes, por lo que no me resulta ni más ni menos. Cuando es más difícil es cuando no lo tienes claro, cuando entras en una dinámica donde ellos mandan y no sabes hacia dónde dirigirte. Te dejas llevar con ellos y los acompañas.

WN: Entonces, ¿eres más de brújula?

AL: Antes era brújula absoluta, ahora no. Me dejo llevar mucho, los personajes mandan. Pero sí que es verdad que sé lo que quiero contar, hacia dónde voy, qué conflicto quiero exponer…

WN: ¿Cómo surgió la idea de esta novela? ¿Cómo decidiste que querías escribir esta antes que otra?

AL: Fue un poco un fogonazo porque no era el proyecto que iba a escribir. Siempre estás pensando en historias y cualquier cosa te inspira. De repente se me ocurrió y me apetecía. Sobre todo me enamoré mucho del personaje de Rain.

El reto de esta novela, más que los saltos en el tiempo o su relación, fueron los diálogos. Me apetecía una novela con un diálogo con mucha química. Son las conversaciones las que llevan todo el peso del libro y son las que hacen que te enamores de la relación que tienen.

WN: ¿Qué lección puede tomar un lector que se encuentre con “El color de las cosas invisibles”?

AL: Es una historia que gira en torno a todo aquello que no vemos y a lo que deberíamos darle más importancia. Ella es un personaje con una mente muy científica, que cree en aquello que ve; y él, en cambio, se basa mucho más en el destino, en las señales. Ambos acaban por entender cómo el otro ve el mundo. Para querer y vivir hay que perder el miedo, que es una cosa que Rain aprende a lo largo de la novela.

WN: Mencionando de nuevo “Te espero en el fin del mundo” y “El faro de los amores dormidos”, ¿cómo te enfrentaste a Rain y a Jack sabiendo que tus dos anteriores novelas se han convertido en un éxito editorial?

AL: Es difícil. Las expectativas que alguien pone sobre ti cuando abre tu libro son siempre muy altas. Me presiono muchísimo: siempre pienso que la siguiente novela tiene que ser más, pero ¿más qué significa? ¿Qué es lo mejor? La próxima novela me va a encantar, pero a lo mejor para ti, como lectora, no es lo que esperas de mí. Es muy difícil sorprender a un lector que ya te conoce.

WN: Uno de los temas que precisamente tratas en “El color de las cosas invisibles” es el fracaso: ese sueño que, de pronto, se desvanece. ¿Alguna vez has rechazado escribir una historia por miedo a fracasar?

AL: El miedo siempre está, aunque suelo ser más de palpito: si yo he disfrutado esta historia y la he hecho con todo lo que sé, habrá a gente que le guste más o menos, pero ¿por qué no va a tener su público?

WN: ¿Cómo llevas las críticas?

AL: Al principio cuesta asimilarlo porque escribir es algo muy interno, muy tuyo.  Yo ya he hecho callo, pero también con las críticas positivas. Lo más importante es ver todas las partes y quedarse con lo que la gente más destaca, tanto si es bueno o malo.

WN: Muchas personas coinciden en que tu forma de escribir llega al alma, que se sienten seguras y alejadas de lo que les preocupa. ¿Este tipo de comentarios no te presionan?

AL: Sí, sobre todo porque sientes una cierta responsabilidad porque no quieres hacer daño a nadie. Al final todo es ficción, pero cada vez se enfoca más este tipo de novelas a un público más joven y sí sientes un cierto peso porque estás enviando mensajes. Hay que tener cuidado y, cuando tratas determinados temas, hacerlo con mucho mimo.

WN: Cada vez más, se lee mucho género de romance, que muchas editoriales apuestan por él. ¿Crees que es una moda pasajera o que siempre habrá novelas de romántica entre la lista de los libros más vendidos?

AL: La romántica siempre va a estar ahí porque siempre ha estado, aunque no se viera tanto. Sí que creo que es una burbuja que va a explotar porque no es normal que haya 100 publicaciones a la semana de un género, sobre todo porque no hay espacio en las mesas de novedades. La gente se cansa, y es normal. Aunque seguro que se termina estabilizando.

WN: ¿Crees que se acabará con el ‘cliché’ de asociar este género solo a las mujeres?

AL: Es puramente educacional, cultural. Yo creo que se está rompiendo poco a poco, pero va muy despacio. También porque estamos viviendo una situación sociopolítica en la que se están rompiendo muchas barreras, pero también se están levantando las del odio.

WN: Se están adaptando muchas novelas de romance. ¿Te gustaría ver algunos de tus libros en la gran pantalla?

AL: Ojalá, ojalá llegue algún día. Es un sueño para cualquier escritor, pero da miedo porque he visto adaptaciones que no me han gustado. Es muy difícil que una adaptación guste más que un libro a alguien que es lector. Siempre hay que vivirlo como algo ajeno y disfrutarlo desde la barrera.

WN: ¿Qué consejos darías a una persona que quiere escribir y publicar?

AL: Para publicar es más complejo porque ya no tiene mucho que ver con el talento sino con el factor suerte. Pero para escribir siempre digo que hay que leer y escribir mucho, es fundamental. Y sentarte como si nadie te fuera a leer, escribir para ti sin añadidos.

WN: ¿Qué nos puedes adelantar de tu nuevo ‘Proyecto Colores’?

AL: Estoy empezando con él, no llevo mucho. Está ambientado en Francia y hay un poco de arte, de ahí ‘Proyecto Colores’.

WN: Por último, ¿has descubierto el color de algo invisible?

A: Sí, las cosas invisibles son tan bonitas que son colores que ni siquiera existen. A veces nos tenemos que parar y fijarnos en esas cosas que no se ven, que están aquí y que parece que tenemos una venda. A lo mejor mañana ya no las tenemos, así que hay que aprovecharlo.

 

 

Imagen destacada: Carlos Ruíz – Cedida por Planeta