En Why Not Magazine hemos hablado con Nathan Hill, escritor estadounidense, tras la llegada de su último libro a España: ‘Wellness’.

Nathan Hill es un escritor estadounidense cuyo debut fue en 2016 con su novela ‘The Nix’. Ocho años, una pandemia, unas cuantas catástrofes, premios y elecciones después, llega ‘Wellness’. Su segundo libro recoge el testigo de esa nueva forma de contar la vida.

Crear historias es el acto que más nos acerca a la divinidad. Los seres humanos llevamos haciéndolo desde que nos asentamos en cuevas, cuando nuestra supervivencia estaba salvaguardada. Ahora sobrevivir también depende de las historias que nos contamos: sin narración, pocas cosas tienen sentido. Pero son muy pocas las personas que saben hacerlo como Nathan.

Why Not: ¿De qué habla ‘Wellness’?

Nathan Hill: Es una historia de amor a lo largo del tiempo, un poco qué pasaría si Romeo y Julieta no hubieran muerto. Qué hubiera pasado si se hubieran ido a vivir juntos, hubieran formado una familia, llegado a la cuarentena… Y de repente miran hacia atrás y la vida no les ha salido como ellos pensaban que sería.

De repente recuerdan que ellos son esos amantes superfamosos y esa historia que tuvieron juntos al principio, ¿los limita o de qué manera les afecta? Entonces esta es una historia sobre cómo la gente cambia a lo largo de la vida y cómo esos cambios nos afectan, cómo afectan también a la persona que amamos y cómo los vecindarios y las ciudades pueden cambiar.

WN: Si algo destaca de tus novelas es su investigación. ¿Cómo desarrollas ese proceso profundo e intenso?

N: En el caso de ‘Wellness’ empecé leyendo diversos estudios sobre psicología que me parecieron muy interesantes y evidentemente todos los estudios al final citan otros y de ahí fui saltando a través de la bibliografía hasta completar una especie de telaraña de investigación de cosas que me parecían muy interesantes.

Mi consejo sería que cada uno se documente o vaya por el camino de lo que realmente le fascina, le parece interesante o le apasiona y luego lo incorpore en el libro. Porque al final creo que esa pasión se traduce muy bien en la página. Yo me siento como un chiquillo que está enseñando a todo el mundo sus juguetes preferidos.

WN: ¿Qué esquema mental organizas para no perder al lector entre saltos temporales, cambios de perspectiva, etc.?

N: Ha habido muchas versiones diferentes de la estructura, porque al final yo jugaba a colocar los capítulos en distintos sitios y ver qué pasaba. El reto es que en ningún momento tuve intención de poner fechas al principio de los capítulos por lo que me las tuve que ingeniar para que nada más el lector empezase a leer se situase. Creo que como resultado las diferentes épocas realmente se leen de forma muy distinta, que era también la intención.

WN: ‘Wellness’ ha llegado sobre todo a España por su versión traducida, ¿crees que la versión española cuenta la misma historia o es otra versión?

N: Pues no te sabría decir porque no hablo el idioma, aunque me han dicho que la traducción al castellano es excelente. Lo que me resulta interesante, ahora que voy a empezar un viaje promocional por varios países europeos, es que en la mayoría de traducciones del libro el título se ha quedado igual. Me hace mucha gracia, pero me hace darme cuenta de que en muchos países, en muchas culturas distintas, existe también este fenómeno de hay que ser mejores, hay que estar más sanos, que nos está volviendo a todos majara es algo curioso.

WN: Con tus novelas siempre se plantean adaptaciones, ¿’Wellness’ funciona mejor como serie o película?

N: Como serie, creo que tiene potencial interesante como una serie limitada así que solo una temporada, y de hecho estoy trabajando en ello. Ahora mismo estaba leyendo correos electrónicos así que estamos intentando hacerlo funcionar. Lo enviamos como una serie, esperamos que suceda, aunque Hollywood es muy impredecible.

WN: Tú como consumidor, pero amante de la construcción de personajes, ¿prefieres consumir series o películas?

N: Prefiero la forma más larga de la televisión, especialmente desde los últimos 10-15 años, la televisión está siendo mucho más novelística y creo que hay más espacio para el desarrollo o cambio de los personajes. Lo que no me encanta es esta tendencia últimamente de las series en las que están protagonizadas por antihéroes, por gente terrible y malísima. Por ejemplo, todo el mundo estaba encantado con ‘Succession’ y yo es que veo a esa gente tan horrorosa y no me apetece nada verlo. Las noticias ya van bastante llenas de mala gente. A mí lo que me interesa son historias de gente que quizá no es perfecta, pero lo hace lo mejor que puede.

WN: Y otra pregunta más personal, ¿dónde encuentras la inspiración?

N: Pues es curioso porque creo que cuando trabajas en un proyecto muy largo como este, se acaba convirtiendo en una especie de motor de movimiento perpetuo en el que el proyecto se convierte en la lente a través de la que ves el mundo. Y en mi caso, aquí estaba trabajando sobre el poder del relato, sobre las falsas creencias, las historias que nos contamos a nosotros mismos, y llega un momento en el que empiezas a ver esos temas por todas partes y retroalimentan el proyecto. Esa inspiración cotidiana es algo que me gusta muchísimo.

WN: Para hacer una referencia a aquello que da nombre al libro, ¿qué opinas de los rituales? 

N: Yo de entrada empecé leyendo sobre el efecto placebo para la novela. Y me di cuenta de la importancia del ritual para que un placebo realmente sea efectivo. Entendí que los rituales, en el fondo, son importantes porque preparan a la mente para encontrarse con cosas nuevas. Es el motivo por el que escuchamos música clásica en salas de conciertos muy silenciosas o por el que la oración se lleva a cabo en grandes catedrales. Y extrapolé todo esto para la novela porque pensé que realmente podía tener un significado en la cultura en general. Hasta ir haciendo scroll en Tik Tok puede ser un ritual concreto.

WN: ¿Qué significa estar en el club de lectura de Oprah Winfrey? 

N: Alguien que conozco de Estados Unidos dijo que «que te seleccione Oprah para su club de lectura es como ganar el Nobel«, porque a los estadounidenses la verdad es que el Nobel no les importa mucho. Pero Oprah sí les importa. Desde luego fue un honor porque además Oprah es una lectora fantástica y muy inteligente. Aunque es un misterio total cómo selecciona los libros porque a las editoriales no les está permitido mandarlos. Los tiene que encontrar ella por su propia mano.

Que te seleccione es una sorpresa y, evidentemente, algo que me hizo muy feliz. También amplió muchísimo mi abanico de lectores. A nivel personal, fue una experiencia muy bonita, muy divertida, porque ella realmente es una mujer cálida, generosa y desprende una energía muy relajante que hace que sea muy fácil hablar con ella. Hace muy bien su trabajo.

WN: ¿Qué toca ahora? ¿Qué está en el horizonte, Nathan?

N: Intentar sacar adelante la serie basada en ‘Wellness’ y, por otro lado, tengo una idea para una nueva novela de la que he tomado notas al respecto. Digamos que se está macerando.

Nathan Hill

Fuente: María Minaya (Why Not Magazine)

 

Imagen destacada: María Minaya (Why Not Magazine)