Los Jonas Brothers han juntado a 15.000 personas en el WiZink Center de Madrid. Tras una larga espera de 10 años, los fans han podido ver a sus ídolos de nuevo reunidos sobre el escenario en su gira ‘Happiness Begins’.
Más de una década ha pasado desde la última vez desde que los hermanos subieron juntos al escenario del WiZink Center. Las ganas de los fans por ver a los Jonas Brothers reunidos tras un período de 6 años de separación eran latentes. La última vez que tocaron juntos en la capital española eran unos adolescentes; sin embargo, ahora son tres jóvenes cerca de los 30 años -ya casados y con una familia formada o a punto de hacerlo-. El público, casi todas chicas mayores de 20 años, ansiaba el momento de que empezase el show que comenzaba con 25 minutos de retraso, por ello coreaban el nombre de la banda durante los instantes previos. El recinto estaba completamente lleno, habían hecho sold out y el éxito estaba asegurado.
El pabellón apagó las luces y los gritos comenzaron -recordaba a las adolescentes de sus inicios, quizá porque el sentimiento es el mismo, aunque el tiempo pase-, las luces se encendieron a la vez que la pantalla del fondo emitía un vídeo titulado We are the Jonas Brothers y los músicos comenzaban a tocar. El esperado momento había llegado. Los hermanos descendieron desde una plataforma del techo hasta el escenario y abrieron el show con una de sus últimas canciones: Rollercoaster. Continuaron, para los nostálgicos, con un tema de su primer disco, S.O.S. Fue entonces cuando el público se unió en un gran grito recordando la época adolescente de los hermanos. Con Joe y Nick a los micrófonos y Kevin a la guitarra, continuaron con Cool, de su nuevo disco.
Apareció de nuevo otro vídeo en la pantalla gigante llamado What is human?, a lo que le siguió la canción Only human. Al terminar, Joe -el cantante- se dirigió a los fans por primera vez en toda la noche: «Bienvenidos al Happiness Begins Tour.» Un mensaje claro y conciso, no eran necesarias las palabras. Prosiguieron con la presentación del nuevo disco, esta vez con Strangers. Sin embargo, hicieron después un viaje al pasado, concretamente, al primer álbum con That’s the way we roll, un tema bastante rockero. Tras ello, las gradas y la pista del WiZink Center se iluminaron con las luces de las linternas del móvil mientras sonaba una de sus canciones más bonitas: Fly with me.
De nuevo hubo un parón de unos minutos para la emisión de un nuevo vídeo en pantalla, titulado Dreams come true. Tras esto, fue Kevin -el guitarrista-, el mayor de los Jonas, quien tomó el relevo en el micrófono para dedicar unas palabras: «Ha pasado mucho tiempo, pero esta noche no importa.» Entonces el espectáculo de luces que había estado presente durante todas las canciones, exceptuando la última, continuó.
Used to be fue el tema elegido para seguir con esta tercera parte del show, seguido de una parte de Runaway, fue el público quien cantó la parte en español que le corresponde a Sebastián Yatra. Los hermanos cruzaron un pasillo que dividía a la pista en dos partes para llegar a un pequeño escenario, allí, con la guitarra acústica, tocaron de una forma muy sentimental la balada Hesitate. Por último, sonó Gotta find you, otra canción lenta que interpreta Joe Jonas en la película Camp Rock (2008) y que hizo que los fans cantasen a pleno pulmón recordándola antes de volver al escenario principal.
El espectáculo estaba servido, por ello, tras un nuevo vídeo llamado Find me over the hills, Nick -el cantante y guitarrista- entonó uno de sus temas en solitario: Jelaous. Joe se dirigió a los fans para lanzarles una pregunta: «¿Queréis fiesta?», antes de comenzar su canción compuesta junto a DNCE, Cake by the ocean, que estuvo acompañada de hinchables de colores y confeti. El público enloqueció y se convirtió en la verdadera fiesta que el hermano mediano había propuesto.
La quinta parte del concierto inició con otro vídeo titulado Piano in the forest. Después de un momento efusivo tocó poner calma a la noche, fue entonces cuando un gran piano descendió en una plataforma para que Kevin se sentase frente a él a cantar Comeback. Sin embargo, fue Nick el que le tomó el relevo para proseguir con When you look me in the eyes, una tierna canción en la que los fans, con las linternas de sus móviles, unieron sus voces a la de Joe y Nick. El ritmo volvió a aumentar ligeramente con I believe.
Los hermanos cruzaron de nuevo la pasarela hacia el escenario pequeño, allí se posicionaron mirando al público y tras ello comenzaron a hablar: «Ha pasado mucho tiempo, sentir tanto apoyo es increíble, sois los mejores fans del mundo.» Tras ello, cogieron un chupito, brindaron por todos los presentes y se lo bebieron para introducir lo que vendría después: «Esta parte del show es para todos aquellos que han estado este tiempo.»
Hicieron una recopilación de partes de distintos temas de sus primeros discos como Mandy, Paranoid, Got me going Crazy, Play my music -de Camp Rock-, World War III, Hold on y Tonight. Los fans se dejaron la voz con estas canciones, ya que era lo que esperaban escuchar. Volvieron al escenario grande y continuaron con Lovebug y Year 3000, otros dos temas para añorar sus inicios. Para finalizar, emitieron Growing up, otro de los vídeos con el que las estrellas abandonaron el escenario.
Sin embargo, no podían abandonar a sus fans, por lo que apareció en pantalla otro vídeo titulado Fire, y ellos reaparecieron de nuevo en el escenario: «Es absolutamente increíble. Os queremos. ¿Queréis más? Pues vamos.» Dieron paso a la canción Burning up, de su penúltimo disco. A las luces le acompañaron dos llamaradas para que el espectáculo fuese completo. El colofón final fue Sucker, el single de Happiness Begins. Los hermanos dieron todo para que el público se llevase un buen sabor de boca de la vuelta del grupo. Los protagonistas se despidieron así de una noche llena de emociones y sentimientos, y posteriormente abandonaron el escenario.
La gran experiencia de los Jonas Brothers sobre los escenarios y su talento era evidente, consiguieron enganchar al público, sobre todo con sus temas más antiguos, en los que se podía apreciar cómo aumentaba el volumen de las voces de las personas haciéndoles los coros. Además, aseguraron un gran espectáculo con las luces, los hinchables, el confeti y la fiesta.
El ritmo del concierto fue totalmente acertado, pues introdujeron temas tranquilos como las baladas para aminorarlo, en estas mismas canciones no necesitaban el acompañamiento del resto de músicos. Era la situación donde los hechos decían mucho más que las palabras y dejaron que fuese la música la que hablase por ellos. Les dieron a sus fans lo que esperaban, puesto que les han apoyado durante todos los años en los que estuvieron separados. Durante hora y media pudieron disfrutar de los ídolos de su infancia y adolescencia. Sin duda, ha sido un reencuentro inolvidable donde los seguidores han demostrado que estarán apoyándoles sin importar el tiempo que pase.
Imagen principal: LiveNation