La pareja de cantantes unen sus voces en su primera colaboración, ‘El Destello’. Un tema lleno de referencias y momentos clave de su relación.

Las canciones son el arma perfecta para contar historias, desnudar nuestros sentimientos y dejarlos sonar libremente. Entre acordes y melodías, la última edición de Operación Triunfo, fue testigo de la historia de amor de Juanjo Bona y Martin Urrutia. Pasaban los días y las primeras chispas empezaban a arder. Miradas, sonrisas, silencios, momentos cómplices y una conexión que crearon dentro de la burbuja de la Academia, sin ser conscientes del impacto emocional que su relación generaba fuera de esas paredes.

Un reflejo de su historia

Con ‘El Destello’, Juanjo y Martín abren una ventana a su intimidad, pero lo hacen de manera especial y diferente. La canción no es la típica balada de amor, lenta o hiperromántica que podríamos esperar. En lugar de eso, los cantantes nos sorprenden con un tema dinámico y divertido y una letra que juega con metáforas, símbolos y alusiones a momentos clave de su relación. 

Desde los silbidos en los tiempos del programa, con los que trataban de encontrarse en momentos de intimidad lejos de las cámaras, hasta la ‘teoría del 4’, que suena en el estribillo, siendo esta un concepto simbólico que hace referencia a momentos cruciales en su relación, como la confesión de sus sentimientos, la canción se convierte en un reflejo de su historia, que no habla del amor directamente, pero sí está escrita para que los fans la descifren.

Dos personalidades brillando de manera única

En la canción, las personalidades de ambos artistas también brillan de manera única. Juanjo, el más activo y nervioso, y Martin, más tranquilo y pausado, se encuentran en la música un equilibrio, como el relámpago y la lluvia conviviendo en una tormenta. Esta dualidad está presente tanto en la letra como en las melodías, ofreciendo una mezcla de tensión y calma, que refleja sus dinámicas emocionales.

Si bien la canción ya está llena de alusiones sutiles a su historia, el videoclip dirigido por Fede Maniá es aún más explícito en sus referencias. Rodado en un elegante blanco y negro, el video juega con imágenes oníricas y metafóricas que cuentan su historia sin necesidad de palabras.

La transparencia y autenticidad de Martin se representan en la escena en la que Juanjo aparece mirando el agua de un río, pues la capacidad del primero de dejar el miedo a un lado y mostrarse tal y como era es algo que el magallonero admiraba desde la distancia. De este modo, el agua del río refleja a Juanjo, sugiriendo que en Martin, Juanjo ha encontrado una versión de sí mismo que desea alcanzar.

Otra escena clave muestra a Juanjo cantando mientras la figura de Martin aparece ligeramente difuminada en su cabeza, lo que podría simbolizar que, aunque estén separados físicamente, siempre están presentes en los pensamientos del otro. Este tipo de detalles convierte el videoclip en una pieza audiovisual que merece múltiples visualizaciones para captar todas las sutilezas.

‘El destello’ de un relámpago es efímero, sí, pero también es tremendamente poderoso, como un instante capaz de cambiarlo todo.

 

Imagen destacada: ‘El Destello’ Juanjo y Martin