El director británico de la doble Palma de Oro de Cannes con más de treinta largometrajes a sus espaldas. Ken Loach sigue dirigiendo la mirada hacia lo realmente importante en un mundo que ha cambiado durante su propia carrera cinematográfica.

60 años. Es el tiempo que Ken Loach lleva poniendo frente a nuestros ojos la realidad que nos rodea, pero insertada en una caja. Desde las antiguas televisiones con culo a las últimas pantallas hiperplanas. Desde ‘Cathy come home’ hasta ‘The Old Oak’.

El heredero del realismo social británico. Así se le denomina en las escuelas de cine. Sin embargo, el adjetivo de británico podría intercambiarse por europeo. Los escenarios de sus filmes se ubican en las islas que conforman Gran Bretaña, pero el mensaje va mucho más allá del Atlántico.

‘Yo, Daniel Blake’ (2016)

La última vez de Loach en Cannes fue con ‘Yo, Daniel Blake’. Junto a su fiel guionista Paul Laverty, fueron otros cinco premios los que les dejó el viejo carpintero Blake. Fuera de las alfombras rojas y las estatuillas doradas, millones de ojos fueron testigos del fallo del sistema.

La sinopsis se resume en los problemas que encuentra Daniel Blake, un carpintero inglés de 59 años que necesita, por primera vez, asistencia social. Se une a él Katie, una madre soltera con dos niños que también está atrapada en la maraña administrativa que sufre Gran Bretaña.

Una historia que, lejos de ser ficción, se puede trasladar con facilidad a España. La interminable burocracia, los contestadores automáticos o las citas previas que no llevan a ningún lugar más que al bucle desesperante de encontrarte abandonado. Un sistema que ha fallado porque lejos de proteger se ha convertido en un laberinto en el que tal vez nunca encuentres la salida.

El S. XXI es el siglo del bienestar, hasta que algo se sale del ciclo correspondiente. Entonces te quedas dando vueltas como un ratón sin saber si seguir corriendo, dejarte ir o quemar la rueda.

Daniel Blake | Imagen: ‘Yo, Daniel Blake’

‘Sorry, we missed you’ (2019)

Pero no todo es el Estado. En ‘Sorry, we missed you’, Ken Loach, de nuevo junto a Paul Laverty, coloca un neón sobre la “uberización” de la economía. Sobre el drama de unos que acompaña las comodidades de otros.

La crisis financiera del 2008 como precedente de la crisis de la familia de Ricky y Abby. Frente a las deudas, optan por crear una franquicia de entregas a domicilio. Un “sé tu propio jefe” que termina olvidando la humanidad y priorizando el delivery. La revolución de las aplicaciones es presentada como una oportunidad hasta que entras dentro de ella.

En esta ocasión, Loach transmite una crítica que no es nueva, en un mundo que sí lo es. Vuelve a utilizar la empatía como el mejor recurso, por encima de los cinematográficos, para avisar sobre el juego en el que hemos entrado sin casi darnos cuenta.

El capitalismo llevado al extremo. Su maquinaria es capaz de destrozarlo todo: infancias, amor, familias… La distinción de clases y los obstáculos que encontramos por el camino hacen que lo que para unos es una carrera de 100 metros lisos para otros sea una maratón de trail.

Dos obras o dos espejos de la realidad que, al estar acostumbrados, a veces pasamos por alto. Una radiografía que nos regala Ken Loach para no olvidarnos de que somos humanos, de que vivimos en una sociedad y de que todos vamos con demasiada prisa, pero nada es tan urgente. Disponibles en Filmin, para no perder de vista lo que nos rodea.

 

Imagen destacada: ‘Sorry, we missed you’ (Ken Loach, 2019)