El artista catalán Antonio Orozco recorre su historia personal a través de 13 nuevas canciones en ‘El tiempo no es oro’, donde nos hace reflexionar sobre el valor real del tiempo. 

Antonio Orozco ha abierto de par en par las puertas de su alma en ‘El tiempo no es oro’, su nuevo y esperado álbum. 13 canciones inéditas dan forma a un proyecto que el propio artista no ha dudado en describir como «el mejor disco de su vida». Un trabajo que habla de amor, de la fragilidad de la vida y, sobre todo, del tiempo.

Con temas como ‘Te juro que no hay un segundo que no piense en ti’ o ‘Lo inevitable’, Orozco nos sumerge en su propio viaje, lleno de emociones a flor de piel. Porque estas canciones son cartas abiertas que nacen de su necesidad de detenerse y compartir aquello que realmente importa.

«Casi todo es negociable, innegable, reorientavle e incluse evitable. Todo, menos el tiempo».

Desde el primer momento, Antonio deja claro que su propósito es reivindicar el valor irremplazable del tiempo. Y, con el título, desafía uno de los refranes más arraigados para asegurar que el tiempo es infinitamente más valioso que el oro. «Ya le gustaría al tiempo ser oro», afirma con rotundidad. Para él, el tiempo es vida. Es un regalo que no podemos permitirnos desperdiciar.

‘El tiempo no es oro’ es también una llamada a frenar el ritmo frenético en el que vivimos. Porque él mismo confiesa que si pudiese pedir un deseo, pediría más tiempo para aprender, para compartir, para vivir, para parar… y para seguir.

El valor del tiempo como concepto

El concepto del disco tiene una narrativa que empieza y termina con dos llamadas telefónicas: la primera, sin respuesta, refleja el aislamiento emocional que Antonio vivió en los momentos más duros de su vida; y la última, una llamada que sí es respondida, en la que vemos el renacer que encontró en su viaje a Nepal junto a Jesús Calleja.

Entre esas llamadas, el artista catalán construye un viaje musical donde el amor por sus hijos se convierte en uno de los hilos rojos que unen las canciones. ‘Te juro que no hay un segundo que no piense en ti’ está dedicada a su hija pequeña, Antonella, y se ha convertido ya en uno de los grandes himnos de su carrera, incluso con una colaboración especial de Dani Martín. También dedica una canción a su hijo mayor, Jan, con ‘Te estaba esperando’, un canto a la paternidad y al dolor de ver crecer y volar a los hijos.

Pero si hay una canción que Antonio señala como la más importante de toda su vida es «607591746», un tema que hace guiños a sus grandes éxitos. Una canción que habla de recuerdos, de amor eterno y de pérdida, y que muchos interpretan como un homenaje a Susana Prat, la madre de su hijo.

Sin duda, a lo largo del álbum, nos lleva de la oscuridad a la luz. Porque cada una de las 13 canciones es un paso en su proceso de sanación y reencuentro consigo mismo, del que, con este trabajo, nos ha hecho cómplices.

‘La gira de mi vida’: sus paradas en 2025

‘El tiempo no es oro’ es un nuevo capítulo en la carrera de Antonio Orozco. Es un recordatorio de que lo verdaderamente valioso no se mide en cifras ni en éxitos, se mide en momentos. Se mide en emociones, en vida.

Y esta vida la celebrará sobre los escenarios con ‘La gira de mi vida¡, una serie de 25 conciertos por toda España, que arrancará el 5 de junio en Mérida y culminará el 10 de diciembre en el Movistar Arena de Madrid. ¡Las entradas ya están disponibles!

Fuente: Universal Music Spain

 

Imagen destacada: Universal Music Spain