El trabajo, más allá de una fuente de ingresos, es un foco de presión constante para muchos profesionales jóvenes. A continuación, te damos algunos tips para conseguir ese ansiado equilibrio entre éxito y salud mental, uno de los grandes retos de nuestra generación.

Teletrabajo, mensajes fuera del horario laboral, la sensación de que todo es urgente… La vida profesional ha cambiado mucho en los últimos años, y también nuestra forma de gestionar el bienestar mental. Por eso, cada vez son más los jóvenes que acuden a espacios especializados como psicólogos Psicopartner Madrid con el fin de buscar herramientas para cuidar su salud mental sin dejar al lado sus aspiraciones.

Cada vez oímos hablar más de ansiedad en el trabajo, y ya no es una excepción ni un tema tabú. Es una realidad cotidiana que, si no trabajas a tiempo, puede provocar bloqueos, frustración y desmotivación.

La presión invisible: éxito, productividad y agotamiento

Es cierto que los nuevos profesionales tienen más libertad y flexibilidad que las generaciones anteriores, porque hoy es más fácil teletrabajar o conciliar que hace unos años. Pero no todo es positivo, porque también cargan con la presión silenciosa de querer destacar, crecer rápido y demostrar constantemente su valía. De hecho, hay redes sociales que han reforzado la idea de que el éxito debe ser visible y permanente.

Por eso, muchas personas normalizan sensaciones como el insomnio, la irritabilidad, la fatiga constante o la falta de concentración. Pero la ansiedad en el trabajo, además de ser una consecuencia lógica del estrés, también es un síntoma que conviene detectar y trabajar.

Trabajar bien ¿y sentirse mal?

La línea entre ser un buen profesional y tener una autoexigencia desmedida suele ser bastante fina, sobre todo cuando la cultura del hustle —ajetreo— y la hiperproductividad sigue estando tan presente. Muchos jóvenes asumen que “sentirse así” es parte de ese camino hacia el éxito, y posponen el cuidado emocional hasta que se produce una crisis.

Sin embargo, es importante que entendamos que buscar ayuda no significa rendirse ni mucho menos. Cada vez son más los jóvenes (y no tan jóvenes) que recurren a la terapia psicológica para prevenir, aprender y encontrar ese equilibrio en su vida.

Aprender a vivir (y trabajar) desde el bienestar

¿Se puede ser ambicioso, en el buen sentido, y tener salud mental al mismo tiempo? La respuesta es sí, pero exige un cambio en nuestras creencias sobre el trabajo y el valor personal. Estos son algunos pasos a seguir:

  1. Establece límites claros con los horarios y dispositivos.
  2. Cambia tu visión del éxito más allá del rendimiento inmediato.
  3. Incluye pausas en tu rutina diaria sin culpa.
  4. Fomenta la conversación abierta sobre emociones en los equipos.

No deberíamos pensar en el bienestar como un lujo ni mucho menos. Y las nuevas generaciones de profesionales están empezando a entenderlo y a priorizarlo, aunque queda camino por recorrer.

 

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