Con una década en la música, el artista ecuatoriano Machaka se ha consolidado como una de las voces más frescas de la escena independiente de Ecuador. Su propuesta, a la que él mismo llama Ecuadorian Sabrosura, fusiona cumbia, salsa, sonidos urbanos y electrónicos con la cultura ecuatoriana, llevando un mensaje de pertenencia a donde vaya

Why Not Magazine conversó con el artista desde las oficinas de Altafonte España en Madrid, donde habló sobre el origen de su nombre, la evolución de su estilo, su experiencia en giras internacionales y la proyección que imagina para los músicos ecuatorianos en la industria global.

WHY NOT: ¿De dónde proviene tu nombre artístico?

MACHAKA: Bueno, yo estaba justamente en la búsqueda de un nombre, cuando me encontré con la palabra. Cuando entraba a la biblioteca de la universidad y veía libros de muchas cosas, y por ahí me puse a ver alguno de Cosmovisión Andina, y me encontré con la palabra ‘Machaca’. Me gustó el sonido primero, y después un montón de conceptos alimentaron el nombre.

Entre esos que Machacuay es la constelación de la serpiente, que es la constelación que usaban las culturas precolombinas, sobre todo para movilizarse, de ahí también que existe un insecto en la Amazonía, que parece como entre un lagarto y una mariposa, y tiene una leyenda muy divertida alrededor, porque pica muy fuerte, y la leyenda cuenta que, si te pica una Machaca, tienes 24 horas para tener relaciones sexuales, si no, te mueres.

Entonces, eso puede de alguna manera interpretarse como que el amor te podría salvar. Son un par de cositas que alimentan como el concepto del nombre, pero sobre todo yo soy una persona guiada por los sonidos de las palabras.

WN: ¿Y Martín tiene diferencias con Machaka como artista? ¿Tiene diferencias muy marcadas con el artista?

M: Yo creo que no tengo alter ego, o quizás todavía hay cosas de las que no me he dado cuenta, pero sobre todo pienso que pensaría que Machaca es una extensión o un refuerzo de ciertos rasgos de personalidad que se acentúan y que son quizás como mejores herramientas para transmitir las ideas, para hacer música y para crear una identidad alrededor de eso.

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Imagen promocional Machaka | Fuente: The PR Project

WN: Muchas personas dicen que en Ecuador no hay una industria musical consolidada. ¿Tú qué opinas sobre eso?

M: Sí, Ecuador es un país chiquito en ese sentido. No tenemos una industria, es cierto. La carrera de nosotros, de los artistas ecuatorianos, de nuestra microindustria de la que soy parte, de la escena independiente, local, hemos tenido que hacer todo.

O sea, hemos financiamos nuestras propias producciones, organizamos nuestros propios conciertos, creamos nuestros videos, o sea, nos involucramos en todas las partes del proceso que significa mostrarle la música a la gente, porque justamente hay poco de lo que se conoce como industria, o de lo que industrializa de alguna manera los procesos.

WN: Llevas diez años en la música. ¿Cómo dirías que ha evolucionado tu estilo y qué aprendizaje has tenido en todo este tiempo?

M: Lo que me he ido dando cuenta en este proceso es que para mí el arte o la creación, o el oficio creativo, mejora y tiene mucho más sentido cuando te acercas más a quién eres tú.

Entonces, mientras más honesto pueda ser, creo que puedes explorar cosas más interesantes a la hora de crear. Entonces, creo que sobre todo esa ha sido un poco la evolución en este proceso, como la búsqueda de ser más yo mismo como persona, pero también ser más yo mismo como la jerga que uso, incluir elementos culturales muy marcados de Ecuador y estar más alineado y más orgulloso de todas esas cosas que me componen como persona y como artista.

WN: Y hablando justamente de esas palabras o de esa jerga que usas, ¿qué significa el Ecuadorian Sabrosura para ti y cómo se refleja en tu música?

M: Ecuadorian Sabrosura para mí es la versión de la música que yo escuchaba cuando era

niño, pero influenciada por todas las cosas que vive una persona de 32 años en el mundo de ahora. Como tengo diferentes herramientas, soy productor musical, siempre tuve mi llamado particular por el hip hop y por la música electrónica, pero también en mi entorno se escuchaba mucha salsa y mucha cumbia, entonces para mí Ecuadorian Sabrosura es justo eso, lo muy ecuatoriano mezclado con estas herramientas actuales. Creo que mi manera de evocar ese concepto es mezclando idiomas, poniendo a lo ecuatoriano como Ecuadorian y a la sabrosura en español, creo que es una manera que busca evidenciar esa fusión.

WN: Has dicho que tu música es una mezcla de cumbia, de salsa, incluso de sonidos un poco más contemporáneos, ¿qué es lo que te inspira a crear?

M: A mí me inspira a crear música, obviamente las cosas que me pasan, las cosas que vivo en mi día a día, mis experiencias, las cosas que me emocionan, pero también escuchar música, yo escucho música todo el tiempo y me encanta cuando me emociona otra canción y me da ganas de hacer una canción nueva, viniendo un poco con esa emoción que ya me creó otra canción.

WN: ¿Qué géneros aún te faltan por explorar?

M: Me falta por explorar un montón de música, me gustaría explorar más a profundidad la música andina, me encantaría encontrarme más con instrumentos de la música andina, con el charango, con el bombo andino, y también me gustaría explorar mucho más la música del Valle del Chota, tengo un gusto especial por la marimba y por el cununo, entonces espero poder hacer algo pensando en eso.

WN: Las ‘+ 593’ marcó un antes y un después en tu carrera. ¿Qué crees que hizo que conectara tanto con el público y se volviera viral, especialmente como un himno para las mujeres ecuatorianas?

M: Creo que estamos en un momento en Ecuador en el que buscamos ese sentido de pertenencia, entonces la mayoría de las cosas que nos refuerzan o que nos enorgullecen tienen mucha más cabida ahora porque no habían pasado antes.

Creo que no viene solo desde las ‘+ 593’ sino también desde ‘Milagro’ y desde referirnos al Ecuador como este espacio en el que podemos estar súper orgullosos de la cultura, de nuestra geografía, de nuestros paisajes, de nuestra comida, de nuestra gente, entonces si es que están pasando cosas que nos acercan a eso, creo que estamos en un momento súper receptivo y ha sido como lo que dices tú, bastante orgánico porque es algo que nos está pasando en conjunto, no solo a mí sino a la mayoría de ecuatorianos.

WN: Empezaste en agosto tu gira estando por Estados Unidos, Ecuador y ahora por Europa, ¿cómo ha sido la experiencia de llevar tu música, la identidad ecuatoriana como altavoz a otros países?

M: Me ha encantado la experiencia de esta gira porque es la primera vez que tocamos después de lo que ha pasado conto el alcance que tuve con mi última canción. Entonces sí, están pasando un poco de cosas con las que tal vez en algún momento estaba soñando como artista que era pararme al frente de un montón de personas y que se sepan una canción mía y que la coreen.

Ha sido una experiencia increíble que además viene reforzada por este sentido de pertenencia. Siento que la gente lo está cantando con un cariño especial y eso me ha emocionado un montón de esta gira.

WN: Estuviste este fin de semana en el Saca El Diablo en Madrid, ¿qué diferencias puedes pudiste notar entre el público de aquí, de Madrid, con el público de Ecuador?

M: Creo que sobre todo en este último concierto había muchos ecuatorianos,

latinos también, pero sobre todo ecuatorianos que están aquí como de alguna manera en condición de migrantes o que sus familias han migrado o que van poco a Ecuador, pero todo esto compone unas personas que sí extrañan algo que tenían antes y que tiene mucho que ver con desenvolverse lejos de la casa. Entonces el encuentro con esta gente es particularmente cálido porque no solo es un público, no solo es un concierto, sino también es un reencuentro.

WN: Vas a presentarte en Estéreo Picnic en 2026, uno de los festivales internacionales más importantes de Colombia, compartiendo cartel con artistas como Peso Pluma y Sabrina Carpenter. ¿Qué significa para ti esta oportunidad y qué retos implica tanto a nivel personal como en tu rol de artista ecuatoriano que está abriendo camino en escenarios internacionales?

M: Bueno, primero es como un gran, gran, gran honor estar invitado a un festival como este porque además lo he visto pasar delante de mis ojos. Algunas veces siempre vi los afiches y no me lo tenía en mente, no decía “algún día quiero tocar ahí”. Entonces hay una emoción particular con eso.

No soy el primer ecuatoriano en tocar en Estéreo Picnic, ha habido algunas bandas anteriores, entre ellas: La Máquina Camaleón, Da Pawn, Mateo Kidman, Nicola Cruz. Creo que puedo ser el quinto o el sexto, no tengo el número exacto, pero sí, estoy súper emocionado y además de poner mi granito de arena para que ojalá siga pasando la internacionalización de los artistas ecuatorianos.

WN: Mirando hacia adelante, ¿cómo ves el futuro de los artistas ecuatorianos dentro de la industria musical internacional?

M: Bueno, yo creo que ya está pasando algo interesante, si bien conversábamos de que no se siente que Ecuador tenga una industria grande, creo que sí hay algunos ojos puestos en lo que está pasando en Ecuador y se escucha en los medios internacionales, se escucha en la opinión de afuera como hay algo interesante pasando en ese pequeño cosmos, en esa micro escena salen propuestas de mucha calidad y que llaman mucho la atención, entonces creo que sí estamos en un momento particular, en un momento de quiebre o en el que sí, empiezan a pasar cosas mucho más grandes con los artistas que yo los he escuchado y realmente hay propuestas muy buenas.

WN: ¿Qué canción tienes ahora mismo en loop, esa que no paras de escuchar?

M: Estoy en loop con ‘MalibU’ de Rusowsky.

 

Imagen principal: Imagen promocional Machaka – The PR Project